-¿A quién le mandas mensajes?

-A nadie. Sólo a Avery.

-Avery… ¿Avery? ¿Eso es nombre de chica o de chico?

-¿Eso importa?

-No, no importa… ¡A no ser que sea chico!

(Gru: mi villano favorito 2)

Las relaciones familiares durante la transición de los hijos hacia la adolescencia son hoy en día un tópico en la investigación, puesto que es considerada como una etapa de vaivenes emocionales, de respuestas impredecibles, de idas y venidas y cómo no, de un deterioro en el sistema familiar, el cual debe estar en transformación para acomodar las interacciones entre padres e hijos.

La adolescencia es comúnmente entendida como un periodo en el que los conflictos dentro de la familia aumentan en frecuencia e intensidad, puesto que nuestros niños y niñas (ya no tan dulces e inocentes) son más críticos con las normas, comienzan a dar sus puntos de vista y demandan una mayor independencia e intimidad en sus relaciones. Estos comportamientos, pueden causar confusión en los padres, ya que no pueden otorgarles una libertad adulta, pero las pautas y normas que siempre habían funcionado ya no son eficaces.

– Está bien, entonces dime ¿Exactamente cuándo podré salir con niños?

– Cuando muera…más 3 días, solo para estar seguro. (Ice Age 4)

Por su parte, la industria del cine de animación 3D, que ha dejado atrás la narrativa infantil e insustancial, ha ido tomando peso en la sociedad audiovisual actual, presentándonos distintos modelos familiares. Desde unos padres inexpertos y primerizos (Sherk 3; Shrek 4) a un padre adoptivo y soltero (Gru:Mi villano favorito), pasando por familias “normales” de corte tradicional (Los IncreíblesBrave) y padres viudos encargados de criar a sus hijos  (Buscando a NemoHotel Transilvania).

El cine de animación actual no ha pasado por alto esta etapa normativa del desarrollo y desde algunas de sus películas, se nos muestran a padres y madres gestionando diversas situaciones con sus hijos e hijas adolescentes, aportando a los profesionales una herramienta útil con la que poder visualizar diferentes escenas familiares, pautas comportamentales y resolución de conflictos.

El cine de animación nos brinda muchos casos de padres sobreprotectores (Fuente: Google Images)

El cine de animación nos brinda muchos casos de padres sobreprotectores

Algunos ejemplos de adolescentes en el cine de animación

En Brave se nos muestra a Mérida, una adolescente rebelde que ansía una libertad y autonomía, la cual no le es concedida. La creciente falta de comunicación con sus padres culmina en una huída en busca de esa independencia tan deseada.

En Los Increíbles conocemos a Violet, una adolescente tímida, insegura y con complejos, aquejada de que sus padres “no la entienden” ni son tan normales como quieren aparentar ser.

Padres sobreprotectores ¿cómo identificarlos?

Durante el proceso de crecimiento y desarrollo en los hijos, es frecuente encontrar a padres y madres que se responsabilizan sobre todo lo que pueda ocurrir, que constantemente están pendientes de cada movimiento, que avisan y se anticipan a cada uno de los peligros existentes y acompañan a sus hijos a todas partes… Exacto, estamos hablando de padres sobreprotectores.

El cine de animación se ha hecho eco de este modelo de parentalidad en películas como Hotel Transilvania y Buscando a Nemo, en las cuales ambos protagonistas son viudos y se vuelcan por completo en sus hijos, olvidándose de sí mismos y anticipando consecuencias negativas a cada ambición o intención de éstos.

– No puedes controlar mi vida.

– Sólo quiero protegerte, eso es lo que hace un padre.

– Pues, desearía que no fueras mi padre. (Ice age 4)

Características

Los padres y madres sobreprotectores suelen pensar que demuestran cariño hacia sus hijos cuando les facilitan las tareas, evitando que las realicen e incluso hagan esfuerzos por intentarlo. Se anticipan a sus deseos, pretendiendo controlarlo todo, sintiéndose culpables si algo falla y atribuyéndose todas las responsabilidades. Estas pautas se basan en el uso del miedo como mecanismo de protección anticipando las más desastrosas consecuencias, contestan por ellos y justifican o tapan sus errores; además no permiten que otros adultos los corrijan e intentan evitar salidas de sus hijos con otros compañeros de su edad… Es decir, impiden que se enfrenten a situaciones nuevas.

En este sentido, destacamos la siguiente escena de la película Buscando a Nemo, en la cual podemos observar algunas de las conductas descritas anteriormente.

– Recuerda que no nadas bien.

– Yo sé nadar muy bien. ¿Vale?

-No, no vale. No deberías nadar por aquí…tenía yo razón ya empezarás el colegio el año que viene o el siguiente.

-No papá, solo porque a ti te de miedo el mar…

-¡No! No estás preparado y no volverás hasta que lo estés… ¡Crees que puedes hacer de todo pero no puedes Nemo! 

Influencia en los hijos e hijas

Los comportamientos descritos anteriormente suelen tener un efecto a largo plazo en los aprendizajes de los hijos e hijas, enfatizando la inseguridad y el miedo, la dificultad para enfrentarse a situaciones nuevas, la disminución de la capacidad de esfuerzo y una actitud exigente con los demás a la hora de conseguir fines propios. Como consecuencia, no se da un aprendizaje normal en cuanto al desenvolvimiento en situaciones habituales y cotidianas.

Durante la transición a la adolescencia, suele producirse una demanda de autonomía y mayor libertad en la capacidad de decisión, además de actitudes desafiantes hacia las normas y límites impuestos hasta el momento. Los adolescentes van tomando conciencia de que sus compañeros suelen ser capaces de resolver situaciones nuevas con relativa seguridad y solvencia, a la vez que ellos van sintiendo más temor y rechazo. Como resultado, los hijos pueden activar una lucha de poder entre ellos y los padres.

En el vídeo anterior, podíamos ver a Nemo retando a su padre a favor de su apertura a la experiencia y oposición a los límites, también se nos muestra este comportamiento en la película Brave.

-Nunca miras por mí, este asunto del matrimonio es lo que quieres tu… ¿te has parado a pensar en qué es lo que quiero yo? ¡No! Te dedicas a decirme lo que tengo que hacer, lo que no tengo que hacer y a intentar que sea como tú ¡bueno!…Pues no voy a ser como tú.  

Soluciones propuestas desde el cine de animación

-¡Le prometí que no le ocurriría nada!

-¿A quién se le ocurre eso? No puedes impedir que le pasen cosas.

(Dory en Buscando a Nemo)

Y es que, una vez planteados los conflictos, éstos deben ser solucionados.

Educar sin sobreproteger es posible y además necesario. Conforme los niños y las niñas  van creciendo, los padres y madres deben readaptar las pautas y normas establecidas, partiendo del afecto y la comunicación… La familia es un sistema dinámico y transformador en constante movimiento, de ahí radica la importancia de acomodarse ante los cambios  que comienzan a experimentar los adolescentes.

Un ejemplo de reajuste en normas y privilegios dentro del cine de animación aparece en la película Hotel Transilvania, en la cual Drácula, un padre muy sobreprotector con su hija, decide al fin que ella misma debe comenzar a llevar las riendas de su vida y tomar sus propias decisiones.

Otro gran ejemplo se lo debemos a la película de animación Kung Fu Panda

– Mi viejo amigo, el panda jamás realizará su destino ni tú el tuyo hasta que abandones la ilusión de control.

– ¿La ilusión?

– Sí. Mira este árbol Shifu, no puedo hacer que florezca cuando yo quiera, ni hacer que dé fruto antes de tiempo.

– Pero hay cosas que podemos controlar. Puedo controlar cuando caerá la fruta. Y puedo controlar dónde plantar la semilla. Eso no es una ilusión, maestro.

– Es cierto. Pero no importa lo que hagas, esa semilla se convertirá en un melocotonero. Podrás desear un manzano o un naranjo, pero vas a tener un melocotón. 

Hacia una adolescencia en calma

  • Los padres deben alentar a sus hijos a enfrentarse a situaciones; de este modo  contarán con un mayor número de herramientas para convertirse en adolescentes seguros y con iniciativa.
  • Los padres no pueden renunciar al propio proyecto de vida para dedicarlo por completo a los hijos. Si buscamos ser modelos seguros y coherentes, debemos pensar en nuestro propio bienestar como personas individuales.
  • El adolescente debe percibir una cierta sensación de libertad y autonomía progresiva. Un exceso de control o rigidez extrema puede ser tan contraproducente como estilos de educación laxos y sin límites.
  • Es necesario establecer un reajuste en las exigencias, monitorización de actividades y responsabilidades para con nuestros hijos, enfatizando relaciones familiares cercanas, afectuosas, comunicativas y de confianza.
  • Debemos respetar las decisiones de los niños y fomentar prácticas parentales encaminadas al desarrollo de la toma de decisiones. Diversos estudios avalan que los padres que promuevan la autonomía tienen hijos con mejor desarrollo cognitivo y con un ajuste social y de competencias más adaptado al entorno.

Como hemos podido observar, el cine de animación puede ser una herramienta útil para los profesionales, siendo susceptible de ser enfocada tanto en niños como en adultos.

¿Quién dijo que ver películas era una pérdida de tiempo?

Para saber más…

  • Un artículo: La madre que se negó a resolverle a su hija los deberes del cole.
  • Un cuento: La princesa Floripitín (“una fábula para recordarnos que los niños deben aprender por sí mismos y que la sobreprotección y la falta de desafíos los empobrecen”)
  • Una película:Hotel Transilvania.
  • Una cita: “Cuanto más mimes a tu hijo, en la vida será más canijo” (Marge Simpson)

by Alba Sotelino Couñago ·

http://www.psicomemorias.com/educando-nemo-sobreproteccion-cine-animacion/